Porque el cumplimiento de normas mata la conversación.
“Ya le pagaste al minorista”. Pero la agencia gasta más a través de una compra mediática, y está bien. Los medios minoristas deben ajustarse a las reglas del presupuesto de marketing.

Porque estamos atrapados en la lógica heredada.
Los presupuestos siguen las ventas, no la oportunidad. El gasto está tapado por lo que ya se está vendiendo. ¿Y los medios minoristas? Es demasiado nuevo, demasiado diferente, demasiado difícil de justificar, hasta que alguien reescribe las reglas.

Porque las herramientas se sienten viejas.
La forma en que los anuncios aparecen en las tiendas es como algo del pasado: horarios fijos, sin segmentación inteligente. Lo mismo ocurre con la mayoría de los medios minoristas en línea.

Porque no tienen público.
¿A la gente a la que queremos llegar? La capacidad falta, está limitada a no más del 5% del universo total o es difícil de rastrear en línea y fuera de línea.

Porque todo está silado.
Demasiados sistemas. Gestor de campaña en un silo y la analítica en otro. Y nada habla el mismo idioma. Es imposible correlacionar campañas con segmentación y resultados.

Porque es complicado.
Necesitamos asociados de negocios que realmente entiendan el comercio minorista, la planificación de medios, las campañas de performance, el análisis y las operaciones de medios, pero faltan. Y nosotros pagamos por ello.